Conocer los principales problemas de la boca te puede ayudar a evitarlos y a prevenirlos. Uno de los más frecuentes, es el de la piorrea, que puede producirse como consecuencia de una gingivitis no tratada. En Clínica Dental Arjona lo tratamos y te contamos todo sobre ella.
Todo sobre la piorrea
La piorrea es el estadio final de una enfermedad periodontal. Y te preguntarás, ¿qué es una enfermedad periodontal? Una lesión inflamatoria en los tejidos que envuelven al diente, como son la encía, el hueso y el ligamento.
Empieza con la gingivitis, es decir, el sangrado de encías. Y, si no se trata al inicio, deriva en una periodontitis y, finalmente, en la piorrea.
La gingivitis como tal, es una inflamación en las encías. Se produce por bacterias en la placa, que causan el sangrado. Para ello, es importante realizar al menos una limpieza al año y utilizar productos específicos para tratarla.
Si no se trata, se puede pasar de un pequeño problema de higiene bucal a uno muy grande. Y es que, si desencadena en una piorrea, estaríamos hablando de una enfermedad crónica que da lugar a la pérdida ósea que sujeta el diente.
El paciente empieza notando que la movilidad aumenta a medida que pasan los años, que cada vez se mueve más. Luego, se pierde el hueso, el ligamento y, por último, se desprende de la encía, perdiendo el diente.
¿Puede ocurrirle a los jóvenes? Por supuesto. Digamos que, no tiene edad. Puede aparecer de joven con un sangrado de encías y, de no revisarlo, avanzará más deprisa y las consecuencias serán fatales.
Ten en cuenta que, si no se trata la piorrea podrías perder los dientes. En muchos casos, podrían moverse hasta tal punto de tener que quitarlos, porque al paciente le resulta imposible comer.
Si esto ocurre, la solución tardía pero efectiva serían los implantes. Lo primero sería evitar que no se produjera una enfermedad inflamatoria, periiamplitis. Por lo que, aún con implantes se necesita una buena higiene y revisiones continuas.
Nuestro consejo, para evitar una posible piorrea, es hacerse una revisión todos los años y una limpieza bucal. También utilizar productos específicos a modo de tratamiento, para prevenir su aparición y que vaya a más.
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