Blanqueamiento dental: mitos y verdades
Sobre el blanqueamiento dental, circulan una serie de mitos y de verdades que queremos que conozcas. En primer lugar, ¿funcionan las pastas blanqueadoras? Lo cierto, es que hay pastas que son verdaderamente abrasivas y que eliminan las manchas externas de los dientes, dando la impresión de que quedan más blancos. Pero no es así, lo que ocurre es que se daña el esmalte.
También hay remedios caseros naturales con bicarbonato o limón que dicen que funcionan muy bien. Pero, ocurre lo mismo que en el caso anterior, se trata de un método abrasivo y nada recomendable.
Otra opción pasa por los kits de blanqueo. Seguro que los has visto a la venta y a un precio bajo, pero no son métodos seguros. Pueden causar sensibilidad dental y otros inconvenientes.
Algo similar ocurre con las luces LED, que tampoco funcionan. Solo si se realiza en una clínica profesional.
Estos son los principales mitos que circulan en torno al blanqueamiento dental. Supuestos tratamientos que dicen ser efectivos pero que nos pueden dañar el esmalte, cosa que es lo último que queremos.
Pero, ¿y sus verdades? Lo cierto es que a la hora de hacer un blanqueamiento dental es fundamental ir a una clínica. En ella expondrán los distintos tipos de tratamientos que ofrecen y cuál se ajusta más a lo que buscas, porque no todas las personas responden igual al un blanqueamiento dental.
Cuando se realice, es importante tomar conciencia y evitar bebidas como el café o el té. En todo caso, tomarlos con pajita. Y todo lo que sea disminuir el consumo de alimentos con colorantes también será positivo.
En lo que respecta a las contraindicaciones, puede dar sensibilidad dental. Pero al cabo de unos días ya desaparece.
En lo referente a la duración del tratamiento, puede abarcar entre 1 y 3 años. Lo ideal es seguir las recomendaciones del dentista para que aguante mucho más.
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